Continuamos leyendo el artículo de Elliott Miller, que apareció en el número especial de la Christian Research Journal, «Nos equivocamos«, del Christian Research Institute, donde publican los resultados de su última investigación sobre las iglesias locales y donde usa la carta abierta que un grupo de evangélicos envió a Living Stream Ministry para presentar las enseñanzas de este grupo tal como son, sin prejuicios.
En nuestras publicaciones anteriores hemos aludido a las secciones del citado artículo, hemos comentado acerca de los asuntos de la naturaleza de Dios y el modalismo. Hoy nos referimos a la relación entre las Personas de la Trinidad, tal como las enseñaba Witness Lee, según aparecen en el artículo de Miller, y el modo en que la perciben los firmantes de dicha carta.
Miller cita dos obras de Witness Lee en las que podemos ver la relación entre las Personas de la Trinidad:
- The Crucial Points of the Major Items of the Lord’s Recovery Today (Living Stream Ministry, 1993).
- Entrenamiento para ancianos, Libro 3: La Manera de llevar a cabo la visión (Living Stream Ministry, 1985).
Y afirma correctamente que «Lee sí identifica al Hijo con el Padre y el Espíritu, pero no de la manera general en que los modalistas lo hacen». En las citas encontramos que de acuerdo al plan de Dios y para su cumplimiento:
- El Padre toma el primer paso, y propuso.
- El Hijo toma el segundo paso y cumplió, con el Padre y por el Espíritu (Lc 1:35; Mt 1:18,20; 12:28).
- El Espíritu toma el tercer paso y aplica todo lo que el Hijo logró según el propósito del Padre, como el Hijo y con el Padre (Jn 14:26; 15:26; 1Co 15:45; 2Co 3:17).
Y Lee termina afirmando rotundamente que «de esta manera, a medida en que se lleva a cabo la economía divina, la existencia divina de la Trinidad divina, Su coexistencia y coinherencia eterna, permanecen intactas y no se ponen en peligro».
En la segunda cita encontramos las siguientes afirmaciones, contundentes e incontrovertibles:
«En el segundo paso de la economía de Dios, el paso de los logros,
- El Hijo SÍ realizó todas las obras.
- El Padre NO obtuvo estos logros con el Hijo y por el Espíritu.
- El Espíritu NO llevó a cabo el plan del Padre como el Hijo y con el Padre.
- El Hijo SÍ realizó todas las obras necesarias para llevar a cabo el plan del Padre y que El hizo todo ello con el Padre y por el Espíritu.
- El Padre NO se hizo carne.
- El Padre NO vivió en esta tierra como hombre en la carne.
- El Padre NO fue a la cruz y murió para redimirnos.
- La sangre derramada en la cruz NO es la sangre de Jesús el Padre.
- La sangre SÍ fue derramada por Jesús el Hijo de Dios (I Juan 1:7).
- El Padre NO murió en la cruz.
- El Padre NO resucitó de entre los muertos.
Miller continúa a la luz de estas dos citas de Lee que toda identificación que las IL hacen del Hijo con el Padre y el Espíritu están en el contexto de la Trinidad económica y están firmemente ancladas en las Escrituras. Por ejemple, el evangelio de Juan 14 muestra que aunque cada Persona de la Trinidad tiene una función específica nunca realizan esta función aparte de la presencia y participación activa de las otras dos. Ejemplos:
- Conocer a Jesús es conocer el Padre (v. 9).
- El Padre estuvo enteramente involucrado tanto en las palabras que Jesús habló como en las obras que realizó (v. 10).
- Después de que Jesús ascendió a los cielos ambos, Él y el Padre, contestarán activamente las peticiones de oración de los discípulos hechas en el nombre de Jesús (vs. 13-14; cfr. Jn. 15:16).
- Cuando Jesús habla de enviar a “otro consolador” existe tanto una clara sucesión del Hijo por el Espíritu en la función de enseñar y dirigir a los discípulos como la clara presencia activa del Hijo en la obra del Espíritu (v. 18: “No os dejaré huérfanos; vengo a vosotros”).
- El Espíritu estaba activamente presente en la obra del Hijo (v. 17: “pero vosotros le conocéis, porque [Él, en este momento: en el ministerio de Cristo] permanece con vosotros”).
Y agregaremos la siguiente afirmación de Miller:
Sin mucho análisis, podemos ver que Witness Lee sostuvo la noción de que Cristo y el Espíritu son distintos; sin embargo, haciendo eco a la epístolas del Nuevo Testamento, el entendió y enseñó que en nuestra experiencia cristiana, la cual a diferencia de la teología sistematizada fue de gran enfoque durante su ministerio, el Cristo resucitado es a menudo identificado con el Espíritu vivificante.
En realidad la demostración de Elliott Miller, su disección de los escritos de Lee sobre el asunto y su entendimiento puntual y general de los asuntos nos parece acertado y profundo.